El Noodbag es uno de los grandes iconos de Lottusse desde hace más de 15 años. Nació en 2008 como resultado de una búsqueda clara: diseñar una pieza que reuniera los orígenes de la marca, su maestría artesanal y su alma mediterránea. Un bolso único que habla de raíces, de tradición y de una forma de crear que respeta el tiempo y valora lo hecho a mano.
La piel de cordero trenzada a mano exige una destreza y una paciencia que hoy dominan muy pocos artesanos. En el Noodbag, se utiliza napa de cordero: una piel noble, suave y resistente. Su flexibilidad natural y su textura delicada permiten acabados vivos, llenos de movimiento.
El proceso comienza cuando los artesanos anudan, una a una, seis tiras de piel alrededor de un molde de madera que define la forma del bolso. Cada pasada se ajusta con precisión al cuerpo del molde, hasta formar un nudo de seis cabos que recuerda a una pequeña flor que se abre y cierra. Este delicado entrelazado, de apenas 3 mm, es el rasgo más característico de una técnica artesanal única, transmitida de generación en generación.
CUATRO ARTESANOS PARA CADA BOLSO
Artesanía en cada detalle
Elaborar un Noodbag requiere coordinación y experiencia. Cuatro manos expertas participan en su creación: quien corta la piel, quien da forma a las flores de seis cabos —el nudo que se entrelaza con el siguiente y el anterior—, quien ensambla los nudos y quien moldea el bolso. Se necesitan seis días de trabajo y supone más de 3.400 nudos, realizados uno a uno. El resultado es un bolso que encarna los valores de Lottusse: artesanía, excelencia, tradición y evolución.
Su forma ovalada es una celebración de la feminidad: líneas suaves, elegantes y funcionales que se adaptan con ligereza. La colección Noodbag se presenta en varios formatos —hobo, bandolera y clutch—, y se renueva cada temporada en nuevos colores y acabados, manteniendo siempre su inconfundible esencia, convirtiéndose en un símbolo de belleza, renovación y luz.